martes, 6 de noviembre de 2012

MICRO RELATOS DE PCPI 2

Algunos chicos de PCPI 2 en su clase de Tecnología, mientras aprendían a manejar su correo electrónico así como procesadores de texto (word), escribieron un pequeño relato sobre cómo se encuentran en PCPI 2.
El relato que más me ha gustado ha sido este (me ha encantado!), además tiene premio...;-)
¡Felicidades!
PD.- De momento mantendré el anonimato...hasta que la persona quiera que lo digamos.


Mis días suelen ser muy completos, tengo la desventaja de tener que llegar siempre tarde, en ese aspecto me siento bastante presionado (pero es lo que he elegido).

Llego a clase, intentando captar todo lo explicado, así no perder el hilo e ir al día, también lo hago para ahorrarme tiempo, así cuando llegue a casa no tener tantos deberes y tener menos dificultades al estudiar. Creo que gracias a la disciplina que he obtenido, puedo prestar mucha atención, tener una actitud adecuada, hacer todas mis obligaciones, no tener ningun tipo de conflicto con nadie, también sé que tenego menos relación con la mayoría de todos mis compañeros, ya que aparento ser una persona bastante repelente, desconfiado, pero bueno, es lo de menos. Las clases suelen ser muy productivas ya que al ser tan cortas de horario los profesores las aprovechan bien, me gusta la forma que tienen de enseñar porque veo que cada día lo intentan hacer de una forma distinta. No tengo tanta presión, siento que puedo estar relajado, me sirve también como cambio de chip, para despejarme.

Reflexiono bastante, me gusta observar. Pienso mucho en porque he llegado a ponerme las pilas en un PCPI, será porque a los chicos de mi edad les suele costar mucho madurar y salir adelante, pero pienso todos los días en que nunca es tarde. Me hace mucha gracia de otros años y de este en el instituto ver como mis compañeros se quejan de actitudes o deberes que mandan los profesores, en ese momento pienso en que soy de otro mundo y que la gente muchas veces da importancia a cosas incoherentes, ya que tu deber y tienes que demostrar que lo puedes hacer de la mejor forma posible.

Por las mañanas en el conservatorio es como si fuera otra historia, ya que ni siquiera tenemos la posibilidad de quejarnos, muchas veces allí me he sentido humillado, despreciado por parte de los mismos profesores, pero también sé que nos hacen un gran favor ya que nos hacen madurar para lo que nos vamos a encontrar en la vida, que muchas veces pues será eso, desprecio. Espero sacarme este curso con éxito y aunque no disponga de tiempo, salir adelante como sea. Me influye muy poco la nota, aunque intento hacerlo lo mejor posible.


Nuestro chico estudia en el Real Conservatorio de Danza de Madrid y es René :-)

3 comentarios:

  1. Querido amigo:
    Mi más sincera enhorabuena por tu reflexión. De veras.
    Sólo comentar el último párrafo de la misma, el que hace referencia a tu paso por el conservatorio.
    El hecho de que en un futuro no siempre vayan a "venir bien dadas" y con esta frase me refiero a que no todo va a ser un camino de rosas no tiene que ser impedimento para que muestres a ese "profesor" (por llamarle de alguna manera) tus sentimientos y le intentes corregir en su actitud. Estás en tu derecho de pedir y exigir respeto y comprensión.
    Jamás permitas a nadie, y esto que te quede claro, a NADIE, ni profesor, ni compañero, ni padre ni NADIE que te humille, desprecie o maltrate. Maltratar a las personas no ayuda a madurar para “aguantar” los golpes que te vaya a dar la vida. Se madura desde el cariño y el respeto.
    Lamentablemente conozco muy bien el ambiente elitista que suele haber entre algunos profesores de conservatorio. Que no te afecte, y que no consigan doblegarte. En contra de lo que mucha gente cree la carrera musical es una de las más duras pero a su vez de las más gratificantes y si eres amante de la música sabrás a lo que me refiero. Ya ha habido muchos genios que se han quedado en el camino. Toma como ejemplo esta última curiosidad.
    Hace muchos años hubo un cretino que expulsó a un alumno de un conservatorio de Madrid porque no veía un artista en él. El alumno era Manuel de Falla…
    Ánimo y un saludo

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  2. Gracias por compartirlo con nosotros,
    Un beso y ánimo,
    Raquel

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  3. Yo también sé de lo que hablas.
    Como tú, un día me dediqué a la danza. Son muchas horas de trabajo incansable, de disciplina tanto dentro como fuera del Conservatorio, pero con los años te das cuenta de que todo sirve para algo. Dices que a veces te sientes humillado... quizás no sea esa la palabra... sí es cierto que los profesores en muchas ocasiones no son todo lo cariñosos que se espera y que no admiten una queja, pero en la danza, como bien sabes, sólo triunfan los mejores y los que están dispuestos a sacrificar su vida por ello. Yo lo abandoné después de 15 años de dedicación. No me arrepiento aunque todos los días sueño con el momento en el que vuelvo a bailar.
    Carol.

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